Diez consejos para correr en invierno
Llegan las lluvias y los meses fríos del invierno y con ellos la pereza a la hora de salir a correr. Muchos preferimos quedarnos en casa los días en que las condiciones climatológicas no son favorables y la mayoría de las veces es una cuestión mental, ya que una vez que hemos comenzado no tenemos la sensación de frio que creíamos que íbamos a tener. Es importante evacuar el sudor y no perder demasiada energía en forma de calor durante el esfuerzo, pero si vamos bien preparados no tenemos que nada que temer. Aquí van 10 consejos para correr con bajas temperaturas:
Calienta en casa
Antes de salir intenta entrar en calor en casa, con algún ejercicio que te permita activar la circulación sin llegar a sudar. Sube y baja escaleras, haz algo de comba o múltisaltos, y activa brazos y tronco.
Ropa: capas mejor que grosor
El objetivo principal es permanecer caliente sin sudar para evitar pillar un resfriado. El ‘consejo de la abuela’ nos dice que deberíamos salir a correr vestidos como si el termómetro marcara 10ºC más. La sensación inicial será ligeramente fresca pero a medida que tu cuerpo se calienta todo nos sobrará. Utiliza prendas de material técnico que expulsan el sudor, con cremalleras en brazos y cuello para ventilar a medida que te calientas.
Calzado adecuado
Si quieres mantener los pies calientes y secos, asegúrate de que las zapatillas que uses son suficientemente impermeables. Los calcetines son también importantes, ya que deben expulsar el sudor y mantenerte caliente.
Protege tus manos y cabeza
Las zonas que debemos proteger con prioridad son la cabeza, el cuello, las manos y los pies. Cuando hace frío, la pérdida térmica por estos ‘puntos fríos’ puede alcanzar el 70%. Elige guantes, gorro o braga en función de sus cualidades aislantes.
Hazte notar
En invierno anochece antes y lo más probable es que corras en penumbra. Asegúrate de ser visto usando ropa fluorencente o con partes reflectantes, y, si es necesario, coloca una luz de LED en tu espalda o antebrazo.
Bebe lo suficiente
El aire frío tiene el inconveniente de resecar la garganta y de acelerar la deshidratación del organismo. Durante y después de la carrera, bebe pequeñas cantidades de bebida energética. Es verdad que en invierno las pérdidas hídricas son menores que en verano, pero las necesidades en glucosa, primer carburante de los músculos, son más importantes con la llegada del frío.
Mejor fondo que velocidad
El invierno es mejor para el fondo que para la velocidad. Si hace mucho frío y no tienes tiempo de correr a mediodía, con temperaturas algo más suaves, puedes partir el entrenamiento en dos y hacer media hora tranquila por la mañana y media hora tranquila de noche; así reducirás las posibilidades de congelarte.
Juega con el viento
Comienza el entrenamiento con el viento en contra y acaba con él a tu espalda. Si el viento va muy racheado puedes hacer tandas de 10 minutos, 5 en contra y 5 de cola. El viento frío puede causar estragos en tu piel, así que aplícate crema protectora en cara y labios.
Realiza estiramientos al parar
Baja el ritmo de enfriamiento, efectuando estiramientos y movimientos de refuerzo muscular al final de la carrera. Éstos favorecen el equilibrio térmico tras el esfuerzo y evitarán una hipotermia en caso de frío intenso.
Cámbiate de ropa al terminar
Tu temperatura corporal empieza a disminuir en el mismo momento en que paras. Para evitar un resfriado, cámbiate de ropa lo antes posible y para el pelo húmedo usa un gorro seco.